Hablaba y hablaba, después se sentó, me miro a los ojos, apunto y se disparo, todo frente a mis ojos, lo mire tan aterrado, tan asustado, mi corazón latía tan rápido, mis ojos no podía estabilizarse, estaba mareado, sali por la puerta, al centro de la ciudad, -¡Increible!- dije, al perecer no había nadie, todo estaba desierto, y los letreros encendidos solo podía alumbrar una parte de la calle, corría por aquellas grandes avenidas, que horas antes estaban repletas de gente, ahora solo estaba yo, corriendo por la avenida mojada, corriendo solo hasta tropezar, levantarme y seguir corriendo, sin saber a donde ir, sin tener una ruta, solo corría, no sabia donde era mi casa, no sabia mi nombre, volví a tropezar, mi ropa mojada, mis piernas, todo me pesaba, no podía mas, decidi pasar la noche dormido en medio de la acera.
desperté, la gente tropesaba conmigo mientras me gritaba -¡Loco, quítate de ahí!-, entonces me levante, vi el sol, me quemaba los ojos, pero apenas empezaba a salir, entonces camine hacia el, era largo el camino, pero tenia claro mi objetivo, caminaba entre la gente, rodeado de gente estaba solo, por eso caminaba hacia mi amigo el sol, entonces me detuve -¿Por que caminar?-dije en voz baja, luego pensé, por que caminaba, esa no era la mejor forma de llegar, corrí hacia el primer edificio que vi, oprimi el botón para subir por el elevador, pero se tardaba y no tenia tiempo, estaba tan impaciente, entonces subí las escaleras hasta la azotea, contemple el sol, seguía quemando mis ojos, entonces corrí hacia el, salte para poder tocarlo, y el me abrazo.