-¿Co-como te lla-llama-as?-
Aun recuerdo esas palabras, lo vergonzoso que era repetirlas en cada historia, los amigo que tenia en Tacubaya, mi barrio, se reían cuando les contaba esto, -Me dicen Mari Pau, ¿como te llamas tu?- me dijo con su dulce voz.
-Me dicen Max, pe-pero tu puedes decirme Carlos o Max, co-como quieras-
Sus amigas nos dejaron solos, mientras se alejaban susurraban, y se reían, en ocasiones me veían, -Entiendo Max, dime ¿Practicas algun deporte?- No entendía por que la pregunta, realmente no practicaba ninguno entonces mentí -Mmm luego juego fútbol con amigos de mi colonia-
-o entiendo, me gusta el futbol, y los niños que lo practican, ¿Crees que algún día podría verte jugar?-
-Claro que si, el sábado jugare con ellos, podríamos ir, ¿Do-donde vives?- volvi a tartamudear, pero esta vez se reía, me gustaba cuando se reía, me dio su dirección, tocaron el timbre, me dio un beso en la mejilla y desapareció entre la multitud.
-¡Asombroso!- me dijo Federico cundo le conté, mi cabeza volaba por las nubes, -¿Con quienes jugaras el sábado?- pregunto, entonces puse los pies en la tierra, era verdad no había acordado jugar con alguien el sábado -¿Te gustaria jugar conmigo Federico?- Me dijo que si, que llevaría a sus amigos.
Llego el sábado tan rápido como una estrella fugaz, desperté tranquilo, le avise a mi madre a que iba a ir al parque a jugar, ella enmudeció y se limito a asentir con la cabeza. Camino a la casa de Mari Pau, tuve un miedo inmenso, ¿Que dirian de mi sus padres si los encontraba?, casi arrastrando los pies llegue a su casa, tal era mi miedo que no quería tocar la puerta, entonces vi una ventana, deduje que era de su cuarto por unas cortinas de estrellas azules algo infantiles, entonces silbe, ella salio, me hizo una seña diciendo “espera un momento”, después de 5 minutos salio por la puerta principal de la casa pintada de color amarillo, dos pisos, ella vestía un hermoso vestido color rojo, mientras me sonreía, se acerco, caminaba hacia mi, mi corazón latía, entonces la mire a los ojos a una distancia tan corta…